Se conocieron hace más de 30 años gracias al atletismo. Uno le aportaba contenido a las hojas de las revistas y periódicos a fuerza de sus logros en Argentina y en Europa. Otro le daba su impronta literaria a aquellas epopeyas, en la revista deportiva más popular del país. Hoy el atletismo los encontró una vez más y juntos –aunque en diferentes roles- escriben la historia de la Asociación Atlética Migueles Team.
Ellos son: Luis Migueles, el plusmarquista devenido en entrenador, y Daniel Arcucci, el versátil periodista en su complementaria faceta de maratonista. Los dos exponentes compartieron sus sensaciones sobre diferentes momentos del mundo del atletismo y del running, en el sexto capítulo del ciclo de “Diálogos en Vivo de FAM”, que se emite (y se puede volver a reproducir) por el Instagram Tv de la federación, bajo la conducción del periodista y atleta Ezequiel Brahim.
“Llevamos más de 80 días entrenando en mi casa y en vivo por youtube, de lunes a sábados. Mezclamos ejercicios aeróbicos con técnicas de carrera y ejercicios de equilibrio, para que la gente cuando vuelva esté más preparada para salir a correr”.
Con esa descripción del presente -en medio del confinamiento social por el coronavirus- arrancó la charla virtual Luis Migueles, el oriundo de San Salvador (provincia de Entre Ríos), que de adolescente se vino a la capital federal a pulir sus destrezas en el atletismo formando parte de una institución que brillara en la década del ’80 como Ferro Carril Oeste, y que posteriormente prolongó su carrera en el Viejo Continente.
Además, el entrenador principal y director de la Asociación Atlética Migueles Team, recomendó: “El consejo que le di a mis atletas es el de volver casi como un principiante, no salir a correr 10 o 12 kilómetros de una vez, para evitar lesiones, porque no es lo mismo el movimiento que uno puede hacer corriendo indoor que el que se hace en la calle”.
Aparte, Migueles redondeó el concepto con un ejemplo útil: “Una persona no puede salir a correr 40 minutos de una, cuando se estuvieron 80 días casi sin hacer nada. Yo con hacer dos vueltas al rosedal ya estaría feliz. A los jóvenes les recomiendo correr un trote de como mucho tiempo, 30 minutos”.
Los pergaminos de Luis Migueles datan que fue 25 veces campeón nacional entre las categorías U18, U20 y Mayores, en las distancias de pista de 800 metros, 1500 metros y postas de 4x400, como así también en cross country. Además fue dos veces campeón sudamericano de mayores y cuatro en U20, entre tantos lauros.
Esa trayectoria en seleccionados nacionales le permite sensibilizarse con la situación que están padeciendo en la actualidad los atletas argentinos con aspiraciones olímpicas para los reprogramados Juegos de Tokio en 2021: “Ojalá que de a poco liberen las pistas, que primero dejen entrenar a los olímpicos, que podrían hacerlo solos en una pista con su entrenador”.
“Por suerte el COA (Comité Olímpico Argentino) está interviniendo para que puedan volver a entrenar, porque hay que pensar en ellos que son los que nos van a representar, para que no estén en desigualdad de condiciones y porque se puede buscar un protocolo que no afecte la salud, que obviamente es lo primero”, añadió quien se ubica entre los mejores mediofondistas argentinos de la historia.
En el plano local, antes del parate obligatorio por la pandemia, Migueles y su team se reunían semanalmente en tres sedes: Rosedal de Palermo, Parque Mujica y en Villa Devoto. El trabajo en esos sitios se complementa con entrenamientos de cuestas en Olivos, los sábados, y con sesiones de pista en el CeNARD exclusivas para atletas de divisiones juveniles, entre los que se encuentra su hijo.
Esa importante labor con los futuros valores de la asociación, a Luis Migueles lo gratifica y enorgullece, porque “mi trabajo me permite ir a la pista sin la necesidad de cobrarles a los chicos del club. Cuando era atleta mis entrenadores nunca me cobraron y hago lo mismo con ellos. Ese es el aporte que puedo hacer para devolverle al atletismo lo que me dio”.
Otro de los grandes hitos que abordó la conversación por el IGTV de FAM, moderada por Ezequiel Brahim, desembocó en los récords nacionales de Luis Migueles, que se dieron durante su estadía en la ex Checoslovaquia, allá por 1986.
“El domingo 14 de junio cumplo 34 años de mi récord de 800 metros, estamos tratando de descargar un video con Rodolfo Barizza (su ex entrenador en Ferro) de esa carrera, que está en vhs”, recordó quién –en efecto- estableció la plusmarca argentina de dicha distancia en Bratislava, con un registro de 1 minuto, 46 segundos y una centésima.
Su otro récord había sido en una distancia no tan tradicional como los 1000 metros, en la cual sentenció un tiempo de 2 minutos, 21 segundos y 9 centésimas, el 7 de mayo de 1986 en Praga. De aquel acontecimiento, Migueles rememoró que “esa carrera de 1000 metros fue muy rara, salió muy bien, pero esa distancia la usaba de test para el 1500, porque no me gustaba mucho fondear”.
Retornando la conversación a los últimos años en los que participó activamente en el calendario de cross country de FAM, por ejemplo en la Copa Metropolitana de Clubes de Cross en apoyo a su team, el el óctuple mundialista (2 veces al aire libre, 5 bajo techo, y una en cross) esbozó: “Corro los cross para acompañar a los chicos del club; para sumar algunos puntos y para vivirlo con ellos desde adentro”.
Al ser consultado sobre su perspectiva acerca de los calendarios de competencias de FAM, el tres veces premiado con el Olimpia de Plata analizó que “me parece que está bien coordinada la temporada de cross de FAM en la parte del año en la que está puesta, en invierno, porque está justo a mitad del año y es el corte entre las temporadas de invierno y de verano”.
Y manifestó que “es una de las pocas federaciones del país que te permite competir en pista durante todo el año, con torneos todos los fines de semana y eso sirve para tener motivados a los chicos”.
Por último, Luis Migueles culminó la entrevista con Ezequiel Brahim, destacando una cualidad muy particular de su entrenado Daniel Arcucci, a quien conoció por medio del atletismo hace más de una treintena de años en su faceta de cronista y hoy forma parte de su club: “Brilla como escritor. Tiene la capacidad y la facilidad de hacer una buena historia con sólo tres datos o chistes que le decís". "Estamos muy contentos que nos acompañe”.
Con tamaño recibimiento, Daniel Arcucci - el nacido en la localidad bonaerense de Puán- se integró al “vivo” propiciado por FAM y su carta de presentación fue: “Cuento mejor de lo que corro (jaja)", haciendo alusión a los comentarios de Migueles. Y anexó que "me encanta escribir sobre lo que corren otros, difundir lo que hacen, contar sus historias y que los pueda hacer más conocidos”.
Los antecedentes deportivos de Arcucci argumentan que de chico era muy futbolero y se divertía jugando a la pelota con los chicos de su pueblo natal. Su fortaleza sobresalía por ser tener desplazamientos veloces. Justamente aquella característica lo vinculó también con el atletismo escolar: “Curiosamente de chico era rápido y en la escuela me iba bastante bien en 800 metros, la distancia por excelencia de Luis”.
Una vez que terminó el colegio secundario, Daniel Arcucci emigró hacía Buenos Aires en busca de formarse como periodista y así lo hizo realidad unos años más tarde al graduarse en el Círculo de Periodistas Deportivos. Uno de sus primeros empleos en los medios lo consiguió en la prestigiosa revista El Gráfico, célebre no sólo por sus coberturas futbolísticas sino también por sus páginas con contenido de prácticamente todas las disciplinas.
La carrera profesional de Arcucci prosiguió en la sección deportes del diario La Nación y con el correr de los años fue mutando hacía nuevos horizontes en la televisión y la radio. Esos destinos laborales no impidieron que el periodista retornara a su antiguo romance con el atletismo, y así fue en condición de corredor de largas distancias. A partir de ahí surgió su reencuentro con Luis Migueles, aunque en su función de entrenador.
Bajo la conducción de él llegó a transitar progresivamente las distancias de 10km, 15km, 21km hasta llegar al máximo, los 42km: “Correr maratón me cayó casi del cielo, amo la distancia por el desafío que implica”, confesó Arcucci, quien cuenta con clasificaciones en los principales “Majors” como el de Nueva York, Boston, Chicago, Londres, Tokio y Berlín, y también en el Maratón de Dubái, lugar al que llegó tras la invitación de Diego Maradona, mientras el astro del fútbol permanecía allí instalado por trabajo.
Esas vivencias deportivas alrededor del mundo le permiten tener a Arcucci una visión global acerca del fenómeno que se vive en entre el running y su relación con el atletismo federado y/o de elite: “Estamos mejor que hace 10 años. El running sirve en un punto de difusión. Son cada vez más los runners que conocen a los corredores de elite y entre los atletas hay mucha generosidad para con los corredores aficionados. Seguro que falta mucho para que todo eso se canalice de otra forma, hay algo en el medio que falta, que no está funcionando y hay que solucionar, lo cual creo que es sencillo de hacerlo”.
“Sueño con que la base de la pirámide en la que estamos los runners o corredores aficionados se ensanche y sirva para que en la punta de la pirámide vayamos encontrando atletas que tengan talento y se puedan dedicar a este deporte de lleno, teniendo el suficiente apoyo para no decepcionarse y seguir en esto sin quitarle tiempo con otros trabajos”, aseveró el panelista de Fox Sports.
Para el cierre, Daniel Arcucci dejó entreabierta la chance de su debut en algún torneo del calendario de FAM: “Siento que corriendo un cross me expondría menos mis limitaciones que en la pista. Además de chico me hice corriendo mucho en pasto en mi ciudad". Sin embargo, tampoco descartó que "algún día, quién sabe, cuando salgamos de toda esta locura, me anime a correr unas vueltitas en un torneo de pista de FAM, a ver cómo me va”.