(Nota gentileza de Prensa Asociación Ñandú)
En una de las más extraordinarias jornadas que se recuerden en el atletismo de fondo a nivel mundial, este domingo 6 de diciembre en Valencia (España), el argentinoEulalio Muñoz concretó una hazaña. Con su 30° puesto en el Maratón de esa ciudad –nivel Platino de World Athletics y la carrera más importante de un año sacudido por la pandemia– el oriundo de Gualjaina (Chubut) se convirtió en el segundo atleta de nuestra historia en correr esa mítica distancia por debajo de las 2 horas y 10 minutos.
Con un registro de 2h09m59s, ratificó su clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 y quedó a solo dos segundos del récord nacional establecido porAntonio Silio en Hamburgo hace 25 años.
La jornada se había iniciado con un espectacular medio maratón donde, por primera vez en la historia, se bajaron los 58 minutos. Los cuatro primeros estuvieron por debajo del récord mundial que ostentaba el keniata Geoffrey Kamworor (58m01s el año pasado).
Otro keniata, Kibiwott Kandie, reeditó el duelo que ya viene siendo un clásico con Jacob Kiplimo, de Uganda, quien lo había aventajado en el reciente Campeonato Mundial en Polonia. Ahora Kandie se desprendió en el kilómetro final para arrasar con el récord, al marcar 57m32s. Kiplimo lo escoltó con 57m37s y luego llegó otro keniata, Rhonex Kipruto, quien hacía su debut en la distancia y marcó 57m49s. El cuarto fue el también keniata: Alexander Mutiso con 57m59s.
En damas, la vencedora fue la etíope Genzebe Dibaba, debutante, quien se acercó a la marca mundial femenina con 1h05m18s. No sorprendió, ya que tenía grandes antecedentes en pista, incluyendo su récord mundial de los 1.500 metros.
Los 21k y el Maratón de Valencia –que celebraba su 40ª edición– quedaron reservados solo para la elite mundial, ya que por las disposiciones sanitarias y la emergencia debido a la pandemia no pudieron cumplirse las pruebas populares. En un circuito especialmente diseñado y que tuvo la habitual meta en el Palacio de las Artes y las Ciencias valenciano, una elite nunca antes vista se dio cita para estas fantásticas carreras.
Con 35 hombres con antecedentes por debajo de 2h10 –y una decena por debajo de 2h05– se preveía un maratón de gran nivel. Y así sucedió. El keniata Lawrence Cherono–vencedor el año pasado en los “majors” de Boston y Chicago– libró un intenso duelo en el kilómetro final con su compatriota Evans Chebet. Pero el sprint de este fue demoledor en los últimos 200 metros y se llevó la victoria en 2h03m00s, con 4 segundos de ventaja sobre su rival.
Chebet alcanzó la fama un año atrás al conquistar el Maratón de Buenos Aires con 2h05m00s, mientras que Cherono también estuvo en nuestra ciudad: fue tercero en los 21k del 2018, antes de convertirse en la gran figura de los “Majors”. Otro de los que tuvo participación destacada en la capital argentina, el keniata Reuben Kiprop, estuvo hoy entre los líderes hasta el km 37 y terminó 5° con 2h04m12s. Kiprop había debutado como maratonista con su segundo puesto, tras Chebet, el año pasado en Buenos Aires. El etíope Birhanu Legese, quien encabezaba la lista de favoritos, ahora fue 3° con 2h03m16s mientras que 4° quedó el keniata Amos Kirop con 2h04m12s.
Las keniatas también dominaron la prueba femenina: Peres Jepchirchir (campeona mundial de 21k) debutó con gran éxito en el maratón con 2h17m16s, seguía por su compatriota Joycilie Jepkosgei con 2h18m40s y la namibia Helia Johannes con 2h19m52s.
Fue en ese marco donde Eulalio Muñoz, nacido el 16 de julio de 1995 y que entrena en Esquel bajo la conducción técnica de Rodrigo Peláez, concretó su hazaña. Ya se preveía por su ritmo, al cruzar los 15 km en 46m01s y registrar luego parciales de 1h04m33s en la mitad del recorrido, 1h16m31s en los 25 km y 1h32m16s en los 30 km.
“Me siento inmensamente feliz –le dijo Muñoz a Clarín, luego de la carrera–. Por la pandemia y el confinamiento tuvimos que estar tres meses sin correr en la ruta, pero lo compensamos con los trabajos de cinta y gimnasia. Y después sí, pude retomar los entrenamientos normales en Esquel y aquí está el resultado”.
“A pesar de todos los contratiempos que tuvimos este año para entrenar debido a la pandemia, veníamos con mucha confianza. Y la única dificultad fue el viento en los kilómetros finales que impidió una marca todavía mejor, se nos puso muy difícil”, comentó su entrenador Rodrigo Peláez.
Y escribió en su sitio de Facebook:
“Yo sé de este corredor como entrenó para lograrlo y cuántas veces cayó y se levantó y siguió intentando. Será un día que nunca olvidaremos y ojalá esto sirva para que en algo podamos aportar a través del esfuerzo de este gran corredor, como incentivo a todos aquellos que muchas veces piensan en rendirse. Miren cada cosa en la vida es una decisión, los sentimientos van y vienen, a veces estás arriba y otras abajo, pero las decisiones aportadas en la fe son las que no te dejarán abandonar los sueños. Por sobre todo hoy darle gracias a Dios que permitió que todo funcionara, gracias a quienes confirman nuestro equipo de trabajo y compañeros de entrenamiento de AWKACHE que nos ayudaron permanentemente y gracias a cada uno de ustedes por acompañar y ser parte de este logro, que con su corazón, más que con sus piernas consiguió Eulalio Muñoz”.
Muñoz había debutado como maratonista en la pasada temporada con un registro de 2h15m48s en Rotterdam, que insinuaba sus grandes condiciones. En septiembre ocupó el 7° lugar del Maratón de Buenos Aires con 2h12m21s (llevándose allí el subcampeonato nacional y la medalla de bronce del Sudamericano). Y en diciembre de 2019, en Valencia, marcó 2h11m25s, obteniendo la marca mínima para los Juegos Olímpicos. Otro atleta que también viene de Esquel, Joaquín Arbe, ya había conseguido dicha mínima en Buenos Aires.
Debido a la pandemia –que afectó los entrenamientos de ambos y casi los dejó sin competencias– Arbe sólo pudo volver a participar el mes pasado, con un buen paso por el Mundial de 21k en Gdynia, Polonia. Muñoz, por su parte, prefirió concentrarse para este maratón en Valencia, lo que ha concretado con un gran resultado.
También fue en este marco notable del maratón de Valencia que los atletas sudamericanos hicieron historia y dos de ellos –el panameño Jorge Castelblanco y el argentino Eulalio Muñoz– se incorporaron al “club” de los que han corrido por debajo de 2 horas y 10 minutos, algo que sólo diez atletas de nuestra región habían conseguido antes.
Cayeron varias marcas nacionales y se consiguieron índices olímpicos. El panameño Jorge Castelblanco terminó 27° con 2h09m49s, pulverizando el récord de su país (2h15m11s) que había establecido un año antes en esta misma carrera. El argentino Eulalio Muñoz fue 30° con 2h09m59s, mientras que el paraguayo y campeón sudamericnao Derlys Ayala terminó 32° con 2h10m11s, batiendo otra vez la marca nacional (tenía 2h10m27s en Buenos Aires 2019). El colombiano Iván Darío González, en su debut sobre la distancia, quedó 37° con 2h11m17s y terminó con el histórico récord nacional de su legendario compatriota Domingo Tibaduiza(2h11m21s el 23-10.83 en Nueva York). En el puesto 45° quedó el uruguayo Nicolás Cuestas, cuya marca de 2h11m42s mejora en más de un minuto el primado nacional de Néstor García (2h12m45s el 24-10.99 en Chicago).
Después llegaron el ecuatoriano Segundo Jami (46° con 2h11m48s), el uruguayoMartín Cuestas (52° con 2h13m05s), el brasileño Ederson Vilela Pereira en su debut (54° con 2h13m15s) y el colombiano José Mauricio González (67° con 2h18m53s).
Pero entre las damas también hubo un notable rendimiento sudamericano. La ecuatoriana Paola Bonilla, quien venía de brillar en el Mundial de 21k, ahora quedó 14ª con 2h28m24s, estableciendo el récord de maratón para su país y la tercera marca histórica sudamericana. La colombiana Angie Orjuelal fue 19ª con 2h29m12s –quinto registro histórico sudamericano- y batiendo el récord nacional, que tenía Kelly Arias desde hacía cuatro años con 2h29m36s en Hamburgo. Arias, a su vez, se lució en su 21° puesto con 2h30m12s.