Informe y fotos: Sebastián Lasquera/CADA, desde Cuiabá
Después de un largo período, en el que no se le asignaba tanta atención a los relevos, ahora la posta masculina 4×100 se está constituyendo en uno de los puntales de las selecciones argentinas. La nueva generación de velocistas y un trabajo sobre la especialidad han permitido los hitos recientes. Por ejemplo, la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, la primera en más de seis décadas, cuando el equipo de Tomás Mondino, Juan Ignacio Ciampitti (Quirón), Bautista Diamante (SAG Villa Ballester) y Franco Florio (Quirón) llevó la plusmarca nacional a 39s48.
Y este domingo 12 de mayo, al iniciarse la última jornada del Campeonato Panamericano en Cuiabá (Brasil), la cuarteta argentina también llega al podio de la 4×100, en una prueba que contaba con poderosos equipos. Ahora –ausente Diamante, ya que se encuentra en la universidad de Central Washington en EE.UU.- su puesto es cubierto por Daniel Londero (SAG Villa Ballester), quien venía de lograr su mejor marca de temporada con 10s51 en las eliminatorias en Cuiabá.
Y así la Argentina formó con Londero, el juvenil Mondino, Ciampitti y Florio (estos dos federados a FAM por el club Quirón) para marcar 39s85, que le deparó la medalla de bronce, detrás del gran favorito Brasil (39s19) y Colombia (39s23).
Dos de los equipos destinados a competir por el podio, como República Dominicana y Paraguay, no pudieron completar la prueba por dificultades en los pases.
Es la cuarta vez en el historial de los Iberoamericanos que la Argentina alcanza un podio en la 4×100, aunque ahora fue una de las competencias más competitivas. En los Juegos Iberoamericanos de 1962 en Madrid, Argentina fue tercera con 41s6, formando con Raúl Zabala, Carlos Biondi, Juan Bagnoli y Luis Vienna, en una época dominada por la generación de oro de los venezolanos. En el Campeonato Iberoamericano de 1996 en Medellín, se logró otro tercer puesto y ese equipo nacional incluía a Ceferino Mondino, el padre de Tomás (junto a Jorge Polanco, Guillermo Cacián y uno de los históricos de la velocidad argentina, Carlos Gats, antecesor de Florio como recordman nacional de 100 y aún hoy poseedor de la plusmarca de 200). La tercera medalla llegó en Iquique 2008 con José Garaventa, Mariano Jiménez, Miguel Wilken y Matías Usandivaras, quienes marcaron 40s28 y escoltaron a Brasil.