Primero fue atleta. Luego acompañó a su hija en el deporte y terminó haciendo el curso de jueza de atletismo. Con más de 20 años en la función y tener que esperar por más de una década para alcanzarlo, Ignacia Vergara hoy luce con orgullo el título de Oficial Técnica Internacional.

Con una vida dedicada a la docencia, es profesora de matemáticas, pero también formadora de jueces. De hecho, más de 500 egresaron en todo el país bajo sus enseñanzas, además de brindar el curso de la Federación Atlética Metropolitana (FAM).

“Conozco prácticamente a casi todos los jueces que se formaron en el país”, cuenta entre risas la jueza y disertante internacional, más conocida como “Nacha”.

Iniciada bajo la enseñanza de los profesores Ricardo Bonfiglioli y Olga Jordan, posteriormente fue sumada para que brinde clases, gracias a su condición de docente. “Al año fui nombrada como árbitro en la especialidad de pruebas combinadas, además de citarme para colaborar en el curso de jueces. Me encantó la docencia proyectándome a la hora de enseñar algo diferente a lo que estaba acostumbrada”, rememora.

-¿Hay un perfil de juez?

- “Más bien se debe hablar acerca de alguien que decide hacer el curso, y ello se divide en tres sectores: están los que acompañan a sus hijos en el deporte y se interesan, figuran también los profesores de educación física y los ex atletas o veteranos. De estos grupos que mencioné, cada perfil tiene una historia diferente. Los padres perduran mientras sus hijos hacen deportes. Los profesores de educación física buscan extender su currículum y pocas veces se los ve una vez finalizado el curso. Y por lo general, los que perduran son los que aman al deporte y siguen vinculados en esta función”.

-¿Cuáles fueron los principales cambios en todo este tiempo?

-“Hace 20 años atrás no se daba ni siquiera un viático y los jueces ponían de sus bolsillos la plata para venir a trabajar. Era gente que estaba obligada a trabajar por amor al deporte o que no podían dejar a sus hijos en casa. Era por eso que era gente grande, ya mayor, que se acercaba. En la actualidad hay un recambio importante y eso tiene que ver con que si bien no es un gran ingreso, los viáticos colaboran para atraer a los más jóvenes que aparte estudian”.

-¿En qué aspectos uno tiene detenerse?

-“Todos debemos tener en claro que los protagonistas son los atletas y cuando más se pasa desapercibido, mejor es. Si alguien quiere ser protagonista, que no sea juez, que se ponga a entrenar. En ocasiones, en torneos intercolegiales o con pocos competidores, nos olvidamos de ese rol, y terminamos por acercarnos más al atleta y somos permisivos. Eso lleva a perjudicar a las dos partes”.

-¿Cómo catalogaría al presente de la Federación Atlética Metropolitana?

- “Considero que la FAM somos todos. Los directivos, los jueces, los atletas, los entrenadores…todos. En 20 años vi pasar a muchos, muchísimos dirigentes, algunos buenos, otros no tanto, incluso algunos que fueron corruptos. A la dirigencia actual la respeto mucho, porque más allá de que pueda tener en algún momento diferencias, siempre hay diálogo. Por sobre todo, puedo decir que hoy hay gente honesta y se trabaja codo a codo.
La FAM está pasando en la actualidad por una etapa de progreso, con trabajo con los torneos promocionales con los menores, el pago de los viajes a los torneos Nacionales y también con el diálogo con los jueces, eso es para destacar. Se nota que se dedica tanto tiempo al atletismo”.